lunes, 21 de mayo de 2012

Tu Violencia


¿Quién tiene la culpa? No importa, déjense de tirarse dardos y hagan algo. No se resuelve hoy, no se resuelve mañana. Se resuelve dentro de tres generaciones.

Multitudes claman la renuncia de Mr. Tranquilino Bonomi. La frase más escuchada: Bonomi Re Nun Cie... ¿Y? El INAU depende de Bonomi? El Poder Judicial depende de Bonomi o quien le suceda? Alguien piensa al momento de hacer esas apreciaciones simplistas? La respuesta está en la calle, en las terceras o cuartas generaciones de delincuentes, a los que se les ha deteriorado el cerebro, y a los que las instituciones de todo tipo (hasta las no gubernamentales) no saben cómo parar.

"La pasta base entró con  Batlle". Lucía levantando centros, para que un montón de gente cabecee al arco donde ataja el Pepe. Si le sumamos lo de las FFAA: ¿Cómo puede ser senadora esa señora?

¿Culpamos a los menores? Pedros, Borsaris y demás acólitos anónimos realizan marchas "sin banderas" (¿sin banderas?) u organizan plebiscitos, buscando más responsabilidad del gobierno. La respuesta está en la calle, no en el gobierno. ¿Son todos menores los asesinos?.  Aun así, estamos mejor que el resto de Latinoamérica... o si tenés dudas, date una vuelta por el microcentro porteño, aquí cerquita.

Mientras tanto, seguimos alimentando la violencia con violencia, mostrando la violencia, mostrando el dolor de la gente, pero sin mostrar la carencia total que tienen los que están del otro lado del gatillo. Y esa culpa de quién es, sino de toda la sociedad?

Mientras tanto, los parodistas (perdón, periodístas... me sigo confundiendo) siguen mostrando violencia flechada: algunos crímenes venden más que otros. Algunos crímenes indignan más que otros. Y los crímenes de violencia doméstica? Y los de los travestis? Esos no venden tanto... esos tienen menos cobertura.

Mientras tanto, 500 indignados sin banderas se juntan ¿para qué? Para demostrar que son tan violentos como los demás, a partir de sus cánticos y sus consignas. Me quedo con los 1.499.500 montevideanos que no fueron. Esos son los no violentos.

Mientras tanto, un grupo de idílicos sigue pensando que las cárceles y las instituciones de menores son herramientas para la reinserción en la sociedad de los infractores. No. Son medios para alejarlos de la sociedad sin quitarles la vida. Ahora, eso sí, cuestan plata. La sociedad ¿está dispuesta a pagar más para alojar a los delincuentes?. Tengan claro que alejarlos de la sociedad, para no verlos, cuesta mucha plata.

Mientras tanto, otros tantos, más violentos que los violentos, empiezan a pensar en el ojo por ojo, pide penas de muerte, castigos ejemplares, torturas, y vaya uno a saber cuántos disparates más. De esos no vale la pena hablar. Ya se rebajaron al mismo nivel que los delincuentes.

Mientras tanto, el tiempo pasa, y los que realmente quieren que pase algo, se desesperan esperando que todos los notables, nobles, poderosos y políticos de nuestro país se pongan de acuerdo en qué hacer.

Mientras tanto, algunos tratan de poner un poco de luz en todo esto, y parar la pelota de ambos lados. Ninguna medida es suficiente, todas aportan algo (más patrullaje, más control, más prevención, más policías, mejores establecimientos de reclusión, más educación, más tiempo en la escuela y menos con los propios padres delincuentes). Todo esto cuesta mucha plata, lleva mucho tiempo (mucho tiempo para el sistema burocrático uruguayo), mucha negociación (primero los políticos inoperantes, luego los gremios inoperantes, y capaz, para rematar, un plebiscito dominado por la opinión de todos los inoperantes anteriores).

A los que realmente les importa, hacen menos aspaviento y laburan de callado, en la calle, sacando chiquilines hacia la escuela, el deporte, el arte o lo que sea. El resto, sólo busca rédito político.

"La solución no es vivir de espaldas, la solución no es resignación, la solución no es salir a matar gente..." Esto lo cantaron Los Estómagos en el '87 y hoy sirve igual. 

Picoteos Varios... comentarios casi actuales.


Hoy vuelvo a escribir, por el placer de escribir nomás. Motivado y enfervorizado futbolísticamente por lo vivido esta tarde, no voy a hablar de fútbol por un rato.
Hace un tiempo ya que me he volcado al twitter como herramienta de expresión, breve, concisa e inmediata. Es por eso que frecuento con menos asiduidad las páginas de este blog.
Sin embargo, hay algunas cosas que requieren una narración más prolongada de lo que permite el twitter, y es por eso que vuelvo a mis raíces.

En estos tiempos han pasado muchas cosas: la enésima rebelión en las cárceles, la inseguridad, la vuelta de Nacho Álvarez a la tele (o mejor dicho, a canal ¿4?), el asesinato más mediático de todos los tiempos (aseguro que le gana al de JFKennedy en minutos en la TV uruguaya), las pavadas del parlamento tras la enésima interpelación inane (y si hacen algo?), la buena noticia de la rebaja del IVA para los que usan tarjeta de crédito, los sueños eternos de cantar o bailar o fornicar con un famoso para tener minutos en la tele. Todo eso ha ocurrido y se ha mirado con la mediocridad característica de nuestra sociedad, avalado por la mediocridad de nuestro parodismo (perdón, debí decir "periodismo"), de manera de mantener a todos en la misma chatura.

Pequeñas Herejías:
Contra mi voluntad, en mi casa se han colado algunos minutos de televisión abierta. Aseguro que no llegan a 10, pero con eso me basta para confirmar mi teoría de la mediocridad.
"Papá: ahí están los que lloran". Mi hija refiriéndose a las lacrimógenas escenas de los emocionados intérpretes que llegan al público masivo a realizar sus versiones de temas de dudosa calidad, alimentando a un cierto jurado de lágrima fácil y exaltación perenne.
"En cualquier momento empieza soñando por soñar: un programa donde unos duermen, luego cuentan su sueño y todos lloran un rato". Esta es una maravillosa manera de describir, en un tweet, la pelotudez más grande de la televisión vernácula. Ojo, la tele lo pasa, y la gente lo ve... saquen sus conclusiones. ¿De quién es la culpa? Si vende, sigue al aire. 

Menos circulante, algún problema menos.
Dentro de todas las posibles medidas contra la violencia, una que puede servir es que la gente no use efectivo. Hace unos años, cuando Brasil se enfrentó con esta violencia que nos toca hoy a nosotros, inventó un sistema de cheques, chiquitos, que servían en casi todos lados. Así la gente no llevaba efectivo.
Hoy, la tecnología existente, permite que en casi cualquier lado, se pueda pagar con tarjeta de crédito, o con tarjeta de débito.
Sin embargo, en Uruguay la tarjeta de crédito no se usa mucho, y si uno quiere pagar con una tarjeta de débito, lo miran como si fuera de Melmac.
La consigna debiera ser: "La tarjeta del Banred también sirve en su almacén". ¿Es tan dificil eso? Como no, si la Tienda Inglesa no te da puntos si no pagás en efectivo. Henderson debería agradecerte por no pagar en efectivo, y ahorrarse toda la movida de personas retirando efectivo de las cajas, etc. Sin embargo, los sistemas funcionan en contra del uso de los plásticos, y a favor del uso de los billetes.

Enfermeros asesinos
Se hizo un revuelo generalizado por los enfermeros asesinos. (Renuncie Bonomiiii). Hubo gente que pidió la cabeza de todos, porque hubo dos enfermos que se creyeron dioses o alguna estupidez similar y tomaron en sus manos la vida de otros.

De ahí salieron varias cosas interesantes:
Los parodistas (uuups i did it again... periodistas!) asumieron, en un error pueril, que los asesinatos fueron cometidos por un pobre señor homosexual y umbandista. Me gustaría saber si cuando hay algún otro crimen, ponen que el asesino era blanco, heterosexual, católico ortodoxo y con estudios terciarios. ¿Eso no es flechar la cancha?

Los integrantes de varios sectores sociales y políticos salieron a pedir explicaciones a autoridades sobre la necesidad de controles, re controles y recontra controles en los hospitales. ¿No se dan cuenta que es plata gastada en vano? Si una mentecita retorcida decide matar gente, lo hará a pesar de todos los controles.

Los controles no pueden estar para pensar en que todos somos asesinos. Si no, pregúntenle a los gringos en los colegios y universidades. Si denuncias una actividad sospechosa, te ganas una pizza. Siempre te controlan, te cachean, te pasan por infrarrojos y te hacen enemas. Y sin embargo, siempre aparece un enfermito con una ametralladora y limpia a varios en un colegio estadounidense. Igual, aqui todo parece resumirse en: Renuncie Bonomi, o renuncie Venegas. A veces somos tan simples, que parece que nuestros políticos tienen a Twitter en las cabezas: Soluciones en 160 caracteres!!!