martes, 15 de noviembre de 2011

NOMEGUSTANADA - POPURRI (n)

1)      No me gustan las tapitas que dicen “La próxima sale” o “Segui participando”.
Es obvio que no me gané nada… es obvio que si la promoción me interesa seguiré participando… es obvio que en ese momento estoy frustrado… y no me gusta nada que en ese momento me den mensajes optimistas tipo “La próxima sale”. Minga!! Y si la próxima no sale? A quién demando? Seguramente a uno de los concejales o alcaldes. Ya que no se lo que hacen, ni para qué sirven, al menos que sean blanco de mi ira.

2)      Hablando de alcaldes, no me gustan los que hacen publicidad para cargos públicos municipales. Generan una mugre impresionante… y luego van a ocupar cargos que se van a dedicar a limpiar toda la mugre ciudadana. ¿Alguno de los interesados candidatos de nuestras respectivas comunas, aun cuando no haya sido electo, se puso a limpiar la mugre que generó?
Para muestra, vean el cartel HORRIBLE, pintado a MANO con un SPRAY, hecho por un tal Martín Biurrun. Este buen hombre se postuló a concejal el pasado 30 de octubre. Y no tuvo mejor idea que hacer un cartel pasacalle, espantosamente escrito a mano, y colocarlo en Coimbra y General Paz.
Con esa publicidad, seguro no mereció ser votado.

3)      Siguiendo con el tema de las elecciones del 30 de octubre en Montevideo, trascendió que votó la friolera de… 75.000 personas aprox!! ¿Qué opinión inmediata merece esto?
Que sin duda deben elegirse otros métodos de participación, que no impliquen el costo de una elección, y mucho menos, el costo de publicidad exagerada que anticipó a dichos comicios.
Los únicos ganadores: la(s) agencia(s) de publicidad que hicieron la campaña de estas elecciones.

4)      No me gustan los políticos usando twitter. Perdón, me corrijo: No me gustan los políticos que hacen política en twitter. No hay inconveniente en que usen Twitter como medio para anunciar eventos, actos, participaciones en prensa, etc. Tampoco si quieren hablar de cualquier pavada ajena a la política, tal como lo hace un ex soldado del Foro.
Para esto, bastan 2 espantosos ejemplos: Pedro y “El Guapo”. Sigo a ambos para poder hacer esta afirmación. Bah, en realidad, ya los dejé de seguir.
Seguro es que no pueden hacer política y transmitir ideas profundas en 160 caracteres. Por ejemplo: “Yo firmo por la seguridad, porque me siento inseguro. Acompañeme”.  Siiiii, impresionante mensaje. O el otro: “Yo no estoy de acuerdo con la baja de la imputabildiad. Acompañeme y no firme”
Si alguno logra convencer a alguien con estos mensajes, más que político es un Nobel de comunicación (que dicho sea de paso, creo que no existe, pero sería fantástico que alguien lo hiciera y ME postulara, jeje!). Los contrataría para una agencia de publicidad. En particular, para la agencia de publicidad que comunica las elecciones del BPS o las de la IMM, a ver si convencen a alguien para que vaya a votar.

Del FA no sigo a nadie… creo que la mayoría de sus representantes políticos no descubrió que existe la computadora y sigue pintando muros y haciendo volantes y convocando a actos masivos para transmitir sus ideas. En su mayoría son viejos, porque a los jóvenes no los dejan ni chistar.

5)      Este es otro buen “no me gusta”. La verdad, es que no se puede dirigir al país con tanto viejo. Miramos para un lado: viejos decrépitos o casi (Pepe, Tabaré, Danilo, etc.), miramos para el otro y hay más viejos (JM, George We’re Fantastic, QKI, etc.), y los que no son tan viejos, nos hacen levantar una ceja, o las dos (con asombro): Pedro, El Guapo, Pablo el eterno Independiente, Daniel M, Raul S., etc.
¿Será que ya no es rentable dirigir un país, y no hay clases de políticos jóvenes? ¿Será que la mayoría de los más jóvenes se dio cuenta que se minimizó (porque nunca se acaba del todo) el curro y la corrupción, y decidió ganarse la vida como seres humanos cuasi-honrados, en lugar de perder el tiempo con la política?

Así, la cosa se complica.
Emulando a los analistas políticos de nuestro tiempo, que siempre tienen trabajo aunque sea para decir las mismas pavadas que yo, vaticino el siguiente proceso:
-          Etapa 1 (2011 – 2015) – desinterés de la mayoría por la política. Interés por el futbol, por Tinelli y por GH. No hay problemas macroeconómicos. Priman los discursos vacíos y políticamente correctos.  
-          Etapa 2 –(2015 – 2018) Los pocos interesados, viendo que nadie los ve (notar la sutileza de verbos), comienzan a currar y a destacarse. Viajes, casas, estancias, etc. La gente comienza a verlos más a menudo en la tapa de Caras y Gente. Los periodistas de Uruguay y la Justicia no se percatan del hecho, hasta que aparecen en la tapa de Caras y Gente.
-          Etapa 3 – (2018 – 2020) el resto de los mortales de a pie, ve en ellos un modelo a seguir. Se llena de jóvenes la política. Gran cantidad de listas en las elecciones. Todos pelean por un cargo. Mieres pelea por su eterno diputado. Asamblea Popular desiste y se transforma en un grupo de boy-scouts.
-          Etapa 4 – (2020 – 2024) - Aparecen los problemas internos, porque la torta es la misma, para repartir entre muchos más. Marchan algunos chivos expiatorios a la Justicia, para calmar el clamor popular (nuevamente, notar la sutileza del lenguaje). Algo similar a lo que ocurrió en el gobierno de 1990-1994.
-          Etapa 5 – (2025 – 2028) Comienza fase del desencanto. Nuevo envejecimiento de la clase política. Zimmer continúa como Intendente de Colonia. El FA intenta que un nieto de Vazquez se postule a candidato a presidente.
-          Etapa 6 – (2030 – 2031) - Aun no se logró la patente única. Las elecciones del BPS siguen siendo obligatorias, aunque ya no haya jublidados en Uruguay. Riesgo de caída de las instuciones democráticas, por afinidad del gobierno con Fidel Castro y Chavez, que siguen dirigiendo sus respectivas repúblicas bananeras. Siguen tratando de entender el título de “El proyecto Tabarez”, a quién vuelven a citar como técnico de Uy para el mundial del Centenario 2030.
Por lo tanto, es imperioso asegurar el libre curro para  políticos, pero con un cupo limitado. Como decía aquel famoso filósofo: relajo, pero con orden!.




miércoles, 12 de octubre de 2011

EL CASTILLO DE LOS TALASOS - Casi un cuento.

Salimos ese viernes, como tantas otras veces, con Marcela y los niños en busca de algún lugar nuevo para conocer. A Marce le gusta mucho experimentar lugares nuevos, sobre todo aquellos que tengan piscina climatizada. Es una forma de cortar el largo invierno.

A la hora de viaje, llegamos al viejo hotel, que más que hotel parecía un castillo. Al llegar entramos por la puerta lateral, para evitar las elevadas escaleras que conducen al lobby. Debajo, en la puerta lateral, fuimos atendidos por una simpática señora de edad indefinida entre los 70 y 100 años, en un recinto con muy poca luz, y escasa altura. Subimos por ascensores con puerta doble de reja, propios de un edificio de la edad el hotel.

En la recepción lujosa, plagada de mármoles, vitreaux y escaleras amplias, nos atendió otro ser de edad indefinida, entre 70 y 100 años.

Subimos al segundo piso, y al abrir la puerta del ascensor, notamos que el lujo había desaparecido de golpe. Seguíamos dentro de un edificio majestuoso, pero ahora más austero y lúgubre. Caminamos por amplios pasillos, apenas iluminados por luces bajas en mesillas de noche, sobre los costados. Desde afuera se veían ventanas cerradas, y desde el interior, se veían puertas altas, con banderolas en la parte superior. Todas las puertas cerradas, y algunas banderolas abiertas, con luces en el interior, revelaban la presencia de otros seres vivos dentro de esas habitaciones.

No sentimos el menor ruido, hasta que llegamos a nuestra habitación. Una habitación de dimensiones majestuosas, austeramente amueblada, con una ventana que daba a la fachada del edificio, con todas las ventanas grises cerradas. En ese momento, nuestra sorpresa fue grande, al darnos cuenta que nuestro baño tenía una banderola que daba al pasillo, y que la misma no cerraba. Eso no nos iba permitir tener intimidad, ni aislarnos del mundo exterior.

Estuvimos un rato en la habitación, y solicitamos cunas para los niños. Las trajo un ama de llaves, vestida con un uniforme de más de 70 años, seguramente de la época en la que ella fue joven. Si bien se mostró simpática y atenta, un escalofrío me corrió por la espalda al momento en que se fue, asegurándonos que nos veríamos más tarde.

Luego de cambiarnos, salimos a conocer el resto de las instalaciones del hotel, en particular las piscinas de “talasoterapia”. El nombre nos había llamado la atención, y nos dirigimos al subsuelo en los altos ascensores enrejados, lentos, que permitían ver el corazón de las estructuras, ya resentidas por el paso de los años.

Una vez en el sótano, otra vez nos sorprendimos por la ausencia de seres humanos, aunque escuchamos sus voces detrás de altos muros que separaban los vestuarios masculino y femenino. Nos separamos de Marce y los hombres de la familia atravesamos un vestuario de hombres, vacío, húmedo, viejo.
 
Llegamos a unas piscinas vacías, humeantes, con hileras de burbujas que salían desde el medio, y daban la sensación de que algo hervía en forma permanente.

Marcela ya se había metido en el agua con los niños, y yo me quedé afuera observando los detalles del lugar. Detrás del vapor reinante encontré a una joven dependienta, uniformada, que se acercó a mi sigilosamente.


“Huyan” fue lo único que me dijo por lo bajo. Mentiría si digo que me sorprendí, ya que siempre estuve con esa sensación de que algo estaba mal. Traté de no alertar a Marce y los niños, me metí en el agua con ellos, y traté de convencerla de irnos a nuestra habitación, donde podríamos pensar en algo más.

Reconozco que las piscinas eran como un caldo, donde dejamos algo de nosotros, donde salimos más livianos, pero más atontados.

Sigilosamente salimos, nos vestimos y al esperar el ascensor, nos envolvió una corriente de aire frío. Al instante, comenzamos a sentir chapoteos en las piscinas, donde recién estaba todo vacío. A los chapoteos les siguieron risas de hombres y mujeres, que cada vez se hacían más intensas.

Marcela captó mi miedo al instante, no necesitamos preguntarnos de donde habían salido todas esas personas de golpe, ya que la única entrada era a través de los ascensores que estábamos esperando. Las risas comenzaron a ser cada vez más histéricas, comenzaron otros sonidos guturales, y los chapoteos se hicieron más intensos. En mi imaginación aparecieron seres sobrenaturales, disputándose la fuente de la vida y la juventud.

El ascensor apareció lento, trayendo una señora, obviamente anciana, ataviada con un sombrero ancho, que nos miró fija, con ojos muy brillantes y siguió su camino hacia los vestuarios. Pareció no importarle en absoluto el ruido que provenía de las piscinas.
 
Subimos rápido a nuestro piso, y sin dudarlo, juntamos todas nuestras cosas para salir de ahí. Los niños lloraban en la cuna, mientras Marce y yo tirábamos la ropa dentro de los bolsos. Al abrir la puerta para salir de la habitación, me encontré frente a frente con el ama de llaves, quien sonrió y me miró con sus ojos brillantes. Cerré la puerta en su cara, y corrí hacia el baño, por si decidía entrar por ahí. Obviamente no pude cerrar la banderola que daba al pasillo, y al mirar por la ventana, vi una larga fila de talasos, esperando a entrar a nuestro cuarto.

Los niños no paraban de llorar, Marcela estaba histérica y yo no sabía qué hacer. Ellos parecían no tener prisa, sabiendo que estábamos prisioneros en ese lugar. Tarde o temprano obtendrían aquello que buscaban: nuestros genes para permanecer vivos, como lo habían venido haciendo desde más de 100 años. Estábamos atrapados dentro de aquella habitación centenaria, en lo alto del hotel castillo, sin ninguna posibilidad de escape.

Las luces se apagaron y ahí comenzó la historia…

domingo, 11 de septiembre de 2011

EXPERIENCIAS INCREÍBLES EN LA RENOVACIÓN DEL PASAPORTE

Otra de las experiencias increíbles ha sido la de sacar / renovar el pasaporte.

Vamos por partes y destaquemos lo bueno:
1 – ya no hay que hacer más las interminables colas en la calle Guadalupe para obtener el certificado de buena conducta.
2 – la información publicada en la pagina web del ministerio del interior está actualizada y funciona.
3 – las personas que atienden son simpáticas
4 – el trámite es relativamente rápido a pesar de ser el Estado
5 – los horarios de atención se cumplen bastante bien.

Ahora vamos a las experiencias increíbles:
En el momento de pedir hora para mi pasaporte, también quiero pedir hora para mi señora. Si bien tengo su pasaporte, fotocopia de su cédula y su credencial, preciso la CEDULA ORIGINAL para PEDIR HORA!!! ¿Y sin embargo puedo pedir hora por Internet? No es comprensible.
Entiendo que se necesite la cédula original en el momento del trámite, pero ¿para pedir hora? Pordióoooo.

Otro elemento increíble surgió cuando me iban a entregar el pasaporte. Me llama la funcionaria y me indica que mi cedula de identidad está “blanda”… si… BLANDA! Como no quiere que esté blanda si la tengo hace 7 años en la billetera en el bolsillo trasero de mi pantalón!
Pero esto no termina aquí: no me puede dar el pasaporte a menos que PIDA HORA PARA RENOVAR LA CEDULA. Luego de una evaluación inmediata, camino una cuadra por Bartolomé Mitre, y llego a Rincón, donde pido hora para la CI.
Retorno a la oficina del pasaporte y con el comprobante de pago de la nueva cédula, me entregan el pasaporte.

Si es una maniobra recaudatoria, evidentemente funciona.
Si lo que persiguen es que realmente saque una CI nueva, NO.
Me fui con mi pasaporte, y la hora para una nueva cédula a mi casa!! O sea que el pasaporte me costó 278$ más caro.

Pero la cosa no termina ahí: quise investigar cómo funciona el tema de la CI. Y al día siguiente fui a sacar la cédula nueva.
El trámite fue sumamente expeditivo, y en 15 minutos estaba afuera. Recuerdo las interminables esperas de antes y realmente es fantástico.
Como es fantástico tener en mi billetera 2 cédulas vigentes: la nueva, y la “blanda”, la que nunca me pidieron y fue la razón de la renovación.
Asombroso!

LA INCREÍBLE EXPERIENCIA QUE VIVO EN OSE (Parte II)

Para evitar depender de la buena voluntad del tomaconsumo, la lotería de embocarle al día para informar lectura, o acordarme yo de poner un papelito en la reja con la lectura del medidor, opte por embarcarme en la empresa de colocar el medidor fuera de mi terreno.

Luego de un buen rato de cola, en la oficina de Ciudad de la Costa me indicaron que debía pagar 998$ por el trámite, cosa que hice el 06/05/2011.
Aclaro que las oficinas comerciales del ente acuífero, atienden en horario ampliado (guiño) de 915 a 1545! Horario especial para atender jubilados, estudiantes y algunos pocos más. 

Al mes, concurre el personal de OSE a decidir el lugar preciso donde instalar el medidor, y como no estaba en la línea del caño (es decir que habría un desvío en la cañería), debo pagar un plus. Además, debo comprar un nicho y amurarlo en el lugar.

Hago los deberes indicados por el personal, y el 01/07/2011 concurro a pagar el extra de 1580$, para la conexión.

Espero la llegada de la gente de OSE, y a las 2 semanas, cuando vienen, me indican que debo hacer la cañería desde el interior de mi terreno, hasta el nuevo nicho. Evidentemente, esta información nunca la habían dado con anteriorirdad. O sea que debo contratar un sanitario para que deje todo pronto y venga otra vez cuando los señores de OSE se dignen conectar el caño.

Ya habiendo comprado nicho y pagado albañil para amurarlo, decido que no quiero seguir gastando plata en este tema, por lo que vuelvo a la oficina a  cancelar el trámite y recuperar mi dinero.

Otra vez la sempiterna cola, y cuando soy atendido, la funcionaria me informa que no es posible que me devuelvan mi dinero. Exijo hablar con alguna persona de más jerarquía en la oficina, y me indican que no hay nadie ahí que pueda resolver el tema. La solución: elevar una carta al Ing. XXXXX (no se por qué protejo su nombre) de la ciudad de Canelones.

Vuelta a casa, escribo la carta y la presento el 29 de agosto. Me atiende otra funcionaria (F2) y me indica que la carta no debe ser dirigida a tal Ing XXXXX ya que en la oficina de Ciudad de la Costa, la Sra Jefa María Celia Tejera me puede resolver el tema. Le indico que la otra funcionaria (F1 – no ayuda) ahí presente me había indicado esto y le explico la conversación que tuve.- F1 me increpa diciendo que no ponga en su boca palabras que no dijo.
Estimada F1: ¿de dónde saqué el nombre del Ing. XXXX? ¿Me llegó acaso por inspiración divina?

El hecho es que pagué más de 2500$ por un trámite que no hice, no me han devuelto el dinero y perdí horas y horas de cola en OSE. ¿Cuánto vale todo eso?

Otra persona ya habría roto alguno de los vidrios de la sucursal de Ciudad de la Costa.

¿Inútiles?
INUTILES!!!!!!!

LA INCREÍBLE EXPERIENCIA QUE VIVO EN OSE (Parte I)

Este es otro capítulo de experiencias increíbles, de esas a las que nos estamos acostumbrando y que pronto dejarán de ser experiencias, y más pronto, dejarán de ser increíbles.

Hace poco tiempo, 2 o 3 años, OSE se modernizó (guiño) e implementó un sistema de gestión de clientes similar al que usa UTE desde 1990, ANTEL, BPS, BSE.
Estimados Funcionarios: Lamentamos decirles que el sistema NO funciona. Lo único que han hecho es imprimir una factura más bonita, con algo más de información.

En diciembre de 2010 sufrí incontinencia acuática, y en mi casa se regó el pasto durante casi las 24 hs del día, todos los días. Eso llevó a que el consumo se disparara hasta niveles insospechados. En esta facturación descubrí que el metro cúbico de agua no siempre cuesta lo mismo. Pasados ciertos volúmenes, comienza a subir en forma importante.

Mi casa es una típica casa con patio al frente, y el contador dentro del patio. El patio está protegido por una reja, por lo que el responsable de la lectura del medidor debe toca timbre e ingresar al terreno. En mi casa hay gente las 24 horas del día.

Al mes siguiente a mi incontinencia acuática, y ante la ausencia del tomaconsumo, llamé por teléfono al ente, para informar la lectura de mi medidor, tal como se hace en Ute.
Mi primera sorpresa fue mayúscula cuando me enteré que no podía informar la lectura. Que sólo se puede informar un día al mes, el correspondiente al ciclo y radio de mi casa. Pregunto entonces cuál es ese día y no me lo pueden informar, ya que varía mes a mes!

Esto no resiste al menor análisis. No es este el punto en el que me tengo que poner a explicar el por qué. Basta con que miren al sistema de Ute para entenderlo.

Pero aun quedaban cosas increíbles: la telefonista me informó que el tomaconsumo podía no pasar por mi casa, o bien podía no entrar si no quería. O sea, que iban a continuar facturándome estimado, y por lo tanto, iba a seguir pagando un fangote muy parecido al que pagué en diciembre de 2010.

Esta historia continuará luego de unos breves mensajes….

miércoles, 3 de agosto de 2011

Nomegustanada los periodistas deportivos


Este blog está dedicado a esa subespecie de seres que gustan de abusar de adjetivos y metáforas, y por ello se autodenominan periodistas.
Y como de lo único que pueden hablar es de aquello que no requiere formación y solo un poco de memoria, se autodenominan periodistas deportivos.
Debieran denominarse simplemente “habladores de futbol”.
Evidentemente se restringen a futbol y alguno más avezado habla de basket. Hay algunas excepciones de aquellos que se animan con el atletismo, pero son realmente raras.
Estos señores se caracterizan por:
a)      No jugársela: siguiendo las reglas del futbol dejan abierta la posibilidad de que lo que dicen se revierta en los próximos 5 minutos. Esta característica la tienen todos.
b)      Autobombo: al haber hecho lo anterior, siempre tienen la posibilidad de decir “yo lo dije”. Mr. Toto es un gran ejemplo de esto.
c)       Utilización extensiva, grandilocuente y repetitiva del adjetivo, el sinónimo y la metáfora. Realmente es envidiable su capacidad de utilizar adjetivos, sinónimos (ej: los uruguayos, los orientales, los charrúas, los celestes, la selección, el combinado, el once, el equipo, la escuadra, etc.), y metáforas que los hacen creerse que son diferentes, superiores, mejores o elegidos. Alguna vez escucharon a Scelza repetir la misma idea? O quizás ilustrar el mismo concepto con 5 o 6 ejemplos o metáforas similares? Porque realmente son repetitivos, metafóricos, adjetivadores. Y se pasan siendo repetitivos. Uups, creo que ya quedó claro que son repetitivos!
d)      Aseveración en lugar de pregunta. Son pocos los futbolistas o técnicos que preguntan ¿cuál es la pregunta? Pero por suerte cada vez son más. Si se presta atención, los periodistas no preguntan. Dan su visión sobre un partido, jugada o equipo y luego de esa aseveración, le ceden el micrófono al entrevistado. En ese punto correspondería decir: ¿cuál es la pregunta? En este grupo, califican casi todos, pero en especial Julio Ríos, ya que le encanta escucharse por encima de todas las cosas. Y lo que es peor, creerse inteligente!
e)      Comentarios que no resisten al archivo. En el momento en que las cosas van bien, son alcahuetes, y si no van tan bien, piden la cabeza de técnicos y jugadores. El problema es cuando sucede a la inversa, como con Uruguay. En 2008 era un desastre, Tabarez era un terco, los jugadores eran perros, Lugano no servía para capitán. Hoy son unos fenómenos, y todo se da a la inversa. Y lo peor de todo es que no tengan la decencia de decir “me equivoque”. Pregúntenle a Sonsol, Toto, Ríos, etc.

f)       Exitismo por sobre todas las cosas. Si no somos campeones, no sirve nada. Gracias a ellos nos pasamos años amargados. Verdad Etchandy?
g)      Vestimenta impresentable. Para distanciarse más de la plebe, transmiten de saco y corbata aunque el partido se juegue a 40grados en pleno verano. Pueden darse algunos casos simpáticos, pero normalmente pasa eso.

Los ejemplos pueden seguirse sucediendo. La lista está abierta para que ud. querido lector pueda dar su opinión. Esto es algo que no hacen los pseudo-comunicadores de fútbol: el micrófono y la palabra son de ellos por sobre todas las cosas. Dificil que Ud. pueda discrepar, y si lo hace, no será escuchado.
Y otra cosa que suma son sus “egos”, se pelean, se amigan y se vuelven a pelear, entre ellos o ellos con el poder de turno. Nunca se sabe cuál es su verdadera opinión, así como tampoco se sabe del cuadro del cuál son hinchas (aquí eximo a algunos pocos que han dicho Peñarol).
En mis preferencias personales zafa el equipo de 13 a 0, aunque no me guste su relator. Me gusta cuando el Profe da su opinión, siempre indica un “me parece” o “pareciera” o algo que deje entrever que se puede equivocar, que no es dueño de la verdad absoluta y que es uno más mirando un partido de fútbol. Evidentemente, esto tampoco lo hace el resto, dando opiniones absolutas y categóricas, aunque después se tengan que tragar el micrófono, ya que le erraron de aquí a Pando.

Por todo esto no consumo más programas deportivos desde hace mucho tiempo.

 Pobres aquellos que siguen a estos patéticos “periodistas”.

viernes, 8 de julio de 2011

Nomegusta paralizar el país por plebiscitos, si existen otros métodos.

                                                                                                       
Sin dudas, asociado a la entrada anterior, está el tema de costos operativos para realizar una consulta (consultiva o “deciditiva”) acerca de temas para los cuales estamos poco preparados.

La democracia representativa se basa en que los ciudadanos eligen sus representantes para que gobiernen de acuerdo sus ideas. Hay un pacto previo y un depósito de confianza. Normalmente los gobernantes se alejan de la gente que los votó y se vuelven a acercar próximos a la siguiente elección.

Supongo que existen mecanismos de participación popular para controlar a los representantes que elegimos. Cada partido tiene los suyos, pero no me interesan, porque en su mayoría son arcaicos y se basan en la presencia física, como en la antigua Grecia. No estoy dispuesto a perder el tiempo en asambleas, convenciones, comités, clubes y demás formatos ancestrales de participación.

Para algunos temas puntuales, cuando nuestros representantes no se ponen de acuerdo, o las decisiones les queman las manos, se acuerdan de nosotros y nos consultan. Ya se vio en un artículo anterior que no estamos capacitados para decidir, pero igual nos consultan. Y esta consulta tiene un precio altísimo. Si no quieren aceptar la decisión popular, ahora inventan plebiscitos “consultivos”. Y encima, esos plebiscitos cuestan un montón de plata: hay que mover a los célebres funcionarios electorales, movilizar a las fuerzas armadas a escoltar urnas, gastar plata en imprimir listas por si o por no, etc.

El siglo XXI me deja participar en lo que me interesa, a través de Internet, de Facebook, de Twitter, etc. Y puedo participar cuando quiero, desde la comodidad de mi casa, como cuando escribo esto. O si estoy lejos (ojo con esto… la distancia invalida mi opinión ya que no existe el voto epistolar!). Estos medios son una gran herramienta para las consultas.

¿Es descabellado pensar en un sitio donde se propongan las consultas populares, y la gente ingrese y pueda votar? ¿Podría pensarse en un “Facebook” yorugua donde la gente amiga pudiera ir poniendo sus “Me Gusta” o “No me gusta” a las ideas que larga el Pepe, el Qki o Pedro? ¿Estaría alejado el resultado del que se daría al realizar la votación tradicional? 

Evidentemente quedarían excluidos los analfabetos digitales, que afortunadamente cada vez son menos, y en unos años ya no existirán, cuando todas las generaciones venideras surjan de las XO. Ya no se puede hablar de un tema de clases, ya que hoy, todos tienen acceso a la educación digital. Y los analfabetos digitales que tengan interés en votar, seguramente encontrarán los medios para hacerlo.

Evidentemente habría que superar temas operativos tales como asegurar el anonimato del votante, que no se vote dos veces, etc., y lograr que Antel tenga comunicaciones eficientes, con un ancho de banda que soporte la demanda de miles tratando de votar.

Ojalá no falte mucho para esto. Pero eso si, hay que estar preparado para aceptar los resultados, y no decir que la gente no tiene ni idea a la hora de votar. Es cierto, no tenemos ni idea, pero si nos preguntan, opinamos.

Nomegusta Rocha

Nomegusta Rocha.  

Llega el 2 de enero y cada vez más, las hordas llegan desde todas partes del mundo, a las costas de Rocha. La Paloma, La Pedrera, Valizas, Cabo Polonio… todos estos balnearios están preparados para recibir a los entusiastas veraneantes… o no?

Seguramente el 2 de enero, el 3, el 4 y aun más, el rochano estará aun terminando el local donde piensa atender a la horda humana, sedienta y hambrienta. El rochano estará trabajando aún a su ritmo cansino, armando un tinglado con algunas ramas y maderas, parando a mediodía a descansar durante un par de horas, y mientras tanto, la masa junta hambre y bronca.

¿Por qué no es posible que esas construcciones estén prontas desde antes de navidad?  ¿Cuál es el camino de razonamiento de estas personas? ¿Acaso no saben que la temporada estival en Uruguay es desde el 01 al 15 de enero y que luego queda charamusca, excepto los fines de semana, carnaval y alguna otra ocasión especial? ¿Por qué perder días preciosos para hacer plata?
 
A una tortafritera se le agotaron las torta fritas a las 5 de la tarde… ¿no será posible hacer más para el día siguiente, en lugar de parar e ir a la playa y sentarse a tomar mate? Queda un año por delante para sentarse a descansar!

La mentalidad sigue siendo la misma desde hace años, pero la demanda sube. Esa mentalidad es la que se queja luego de que las temporadas son malas, o cortas. Pues bien, si son cortas, aprovéchenlas!

Así es como dan las ventajas para que aparezcan las cadenas de supermercados, y demás servicios que no son locales. Servicios que son brindados por gente que ve una oportunidad de negocio y lo aprovecha desde antes del primer día.
 
Obviamente, luego surge la siguiente pregunta: ¿Por qué la gente sigue yendo a Rocha, si no hay nada, hay que hacer cola para todo, está todo lleno y la playa parece 18 y Ejido a mediodía?

Evidentemente, la mayoría de los jóvenes y los que se creen jóvenes desean estar y encontrarse con sus pares.  Desean sentirse más multilocos que el resto al hacer las cosas más extremas y radicales delante de ellos. Desean asociarse, juntarse, quejarse de que no hay privacidad mientras aprovechan para chusmear a todos. Desean ir a la playa a mirar y ser vistos. Quieren eso… y en Rocha lo tienen, porque todos están ahí.

Yo la verdad, prefiero la tranquilidad de algunas de las pocas playas solitarias que aun quedan, donde no tengo ni para tomar una cerveza (igual que en Rocha), pero estoy casi solo, con el mar y el cielo mientras corro alguna ola.



Nomegusta que se cuestione a Aratirí sin conocer el tema de fondo.

El otro día pensaba en toda la movida que se está generando en torno a la minera Aratirí, y como esto sirve de punta para un montón de temas que muestran nuestra mediocridad habitual.

Por un lado las marchas sociales que se organizaron en el puebo cercano de Cerro Chato, donde los puristas y tradicionalistas no quieren que la minera se instale porque contaminaría (lo pongo en condicional porque hasta donde yo sé, aun no está probado). Por otra parte, la gente “joven” del pueblo que busca una fuente laboral en la zona, y no tener que emigrar a otras ciudades más grandes.

Por mi trabajo he tenido que recorrer el interior completo en varias ocasiones y cada vez que paso por estas localidades pienso: ¿qué hace la gente aquí? El que no es funcionario público, o tiene un pequeño comercio, ¿de que vive? Algunos trabajan en emprendimientos y establecimientos rurales de la zona, pero sin duda los cupos para esos trabajos están limitados. Por lo tanto, la juventud se empieza a ir.

Hace unos años, antes de Montes del Plata, fuimos a Conchillas con amigos. La gente  nos indicaba que vivían de los jubilados del lugar, quiénes volcaban sus ingresos en los pocos locales comerciales del pueblo. No quedaban jóvenes, ya que se habían ido a Carmelo, Colonia o Montevideo a buscar otras opciones laborales.

Por lo tanto, la llegada de estos emprendimientos en lugares remotos y poco poblados puede hacer que la gente se establezca y siga con su vida en esos lugares. ¿Puede ser esto considerado dañino o malo? No, sin dudas que no. Más aun teniendo en cuenta que no está probado que la industria minera sea contaminante y afecte la producción rural del lugar. Y si la afectara, aun así quedaría algunos podrían cuestionarse: si el daño es controlado y está limitado a ciertas áreas, ¿qué da más trabajo y dinero: la agropecuaria del lugar o la minería del lugar? Y ahí tendría que hablar Don Dinero.

Por otra parte, este tema de la minería puso sobre el tapete nuestra forma de dirigir el país y aunque parezca mucho, nos dejó pensando en la democracia directa o en la representativa, pero eso es tema de otro artículo.

Es increíble como una cosa lleva a la otra, un tema desemboca en otro, como si fuera una conversación de boliche, y al final terminamos arreglando el mundo.

Nomegusta que se consulte a la gente por todo.

Estamos en una época de referéndums y consultas populares permanentes. Desde todas las tiendas políticas se nos pide que opinemos sobre determinados temas: si bajamos la edad de imputabilidad, si queremos una minera, si queremos un puerto de aguas profundas, etc. Ya me pidieron que decidiera sobre empresas públicas, sobre la asociación de públicos y privados, sobre Pluna, sobre Ancap, sobre UTE, sobre reformas constitucionales, sobre la impunidad de los militares, sobre el voto epistolar, etc.

Esto abre varios aspectos de análisis, entre ellos: ¿Estamos preparados para opinar sobre los temas que pueden signar el futuro de gran parte de nuestro país, social y económicamente? ¿Existen medios para poder realizar las consultas populares en tiempo y forma?

Vamos al primer análisis:
¿Estamos preparados para opinar sobre los temas que nos consultan? Sin dudas que no.
Hay algunas cosas que se deciden con el corazón más que con la razón, y en esas si es posible consultar al la gente. Por ejemplo, la reforma constitucional que introdujo la segunda vuelta electoral, la ley de caducidad, etc. Pero para la mayoría de los temas, no estamos preparados.

No me pidan que decida sobre la baja de la edad de imputabilidad, porque no se que es la imputabilidad, ni que consecuencias puede traer, ni como manejar a los menores infractores. Yo los voté para que me aseguren que puedo caminar tranquilo por la calle y, que si alguien me roba o me mata, tendrá el juicio justo y la pena adecuada.

No me pidan que decida sobre si quiero a una minera en Rivera o en Cerro Largo, porque vivo en Montevideo y no tengo ni idea de lo que puede significar esa minera, para bien o para mal. Y lo mejor de todo, es que nadie, excepto los que viven ahí cerca pueden definir si es buena o es mala.

No me pidan que decida acerca de un puerto de aguas profundas en La Paloma, porque solo pensaré en como puede afectar el paisaje, me pondré xenófobo al pensar que el pueblo estará lleno de marineros coreanos, y putearé porque voy a tener que surfear en aguas contaminadas. Evidentemente no puedo pensar en lo que significa tener un puerto de esas características, el desarrollo económico, la posibilidad de generar trabajo, etc. Tampoco puedo pensar en la cantidad de gente que se dedica al turismo en Rocha, y que con el puerto se verá afectada.

En definitiva, es seguro que un ciudadano medio no está capacitado para opinar sobre los temas de importancia para el país. Aunque sin dudas existen honrosas excepciones, de personas creadoras de opinión, que son bien formadas e informadas y que pueden hacer un análisis cabal de las situaciones. Esas personas pueden administrar pérdidas y ganancias, ya que cualquier decisión que se tome sin duda dejará contentos y descontentos.


La segunda pregunta es:
¿Existen medios para consultar a la gente? Pero eso es tema de otra entrada en este blog.

jueves, 23 de junio de 2011

Nomegusta algunos símbolos nacionales (Parte II)

Siguiendo con la línea del blog anterior, paso a otros símbolos que no sirven para nada.

Empiezo por la Jura de la Bandera. Todos los jóvenes liceales, los 19 de junio, juran defender la democracia y la patria, y de ser necesario dar la vida por la bandera. Luego les dan un certificado, que les permitirá presentarse a cualquier llamado para trabajar en el Estado. Mientras tanto, los padres y allegados aplauden a rabiar ese primer paso en pos de la orientalidad.
Los decretos que obligan a esto provienen del año 1940. Increíble que hoy, 70 años después, aun no nos cuestionemos este acto.

Primero: aquellas personas que no tienen educación secundaria, no tienen que emitir un juramento que los obligue a dar la vida por la patria. O sea que por tener enseñanza media, las personas tenemos que poner en riesgo nuestra vida. ¿O acaso juramos en vano? Me parece adecuado que le exijan juramento a los soldados, y quizás a policías, pero no a los civiles.
Los decretos exigen que todos los ciudadanos juren al menos una vez en la vida. ¿Cuándo lo hacen los que no van al liceo?

Segundo: ¿cómo se le puede exigir a un joven de 12 años que jure dar la vida por la patria? Creo que si le preguntan al mismo joven, 10 o 20 años más tarde, decidirá que no va a dar la vida por la patria ni por nada más, exceptuando a su familia, hijos o algún amigo. Por lo tanto, el propio Estado lo obligó a Jurar en vano.
¿Tiene validez un juramento emitido por un menor de edad, que no tiene edad para manejar, beber, fumar, votar, ver una porno, etc.? Tampoco parece muy razonable.

Tercero: ¿Por qué se pide el certificado de la Jura de la Bandera, para cualquier trámite posterior que haya que realizar ante el Estado? Es difícil guardar un papel, desde los 12 años, para presentar quizás a los 30 o 40 años. Sobre todo que cuando nos lo dan, no tenemos absolutamente nada claro de lo que vamos a hacer en la vida, y todo nos chupa un huevo, exceptuando algunas cosas tales como jugar al fútbol o mirar al chico de tercer año.

Conclusión: A la mayoría de los educandos de enseñanza media, el Estado nos obliga a jurar en vano, y desde muy jóvenes. Luego nos obliga a guardar un papelito que acredite ese juramento, por las dudas que entremos a trabajar al mismo Estado.
 
Otro símbolo que no sirve para nada es el escudo nacional. De chicos aprendemos que la fortaleza del Cerro representa la fuerza, el caballo la libertad, la vaca (o el buey) la prosperidad, etc. ¿Para qué sirve el escudo? Sólo para adornar el frente de todos los edificios públicos del país. ¿No alcanza acaso con la bandera?
Hice una somera encuesta la semana pasada, preguntándole a personas de entre 25 y 40 años sobre las figuras que están en el escudo. Nadie supo decirme completamente cuál era y qué significaba.
O sea, que no tiene sentido alguno tener un escudo. Quizás en la época medieval servía para identificar a los soldados en la batalla. Cuando el barro y la sangre habían cubierto por completo a los que luchaban ya nadie sabía de que bando era, a no ser por los distintivos (formas y colores) del escudo.

Hoy no peleamos con nadie, pero gastamos dinero en mantener un símbolo que casi nadie entiende.  
 
En la misma línea, los escudos departamentales han dejado de existir, dando paso a slogans más modernos y coloridos que destacan lo mejor de cada departamento. Hace algún tiempo un famoso político cuyo nombre empieza con Q y termina con ki, se quejaba que la juventud ya no conoce los escudos departamentales. ¿A quién le importa saber que el escudo de Colonia tiene unas abejitas, o que el de Rocha dice “Aquí nace el sol de la patria”?
 
En los 90 empezó la movida trasgresora en Montevideo, bajo el gobierno departamental de Vázquez. Apareció el logo “Montevideo mi casa”. Luego de varias críticas, las demás intendencias empezaron a hacer lo mismo. Hoy a Tacuarembó se lo conoce por el gorro de Gardel con el eslogan “el pago más grande”, o Canelones como “Comuna Canaria”.  Lavalleja cambió la imagen del Arequita por un sol y unos trazos verdes representando las sierras.
Unas son Comunas, otras Intendencias, otros son Municipios, otros Gobierno Departamental… no importa, cada intendencia le puso su impronta y modernizó y popularizó las identificaciones. Y no por populares son berretas. Y por populares, modernas y sencillas, hoy varios las podemos recordar.


lunes, 20 de junio de 2011

Nomegusta algunos símbolos nacionales (Parte I).


Yo se que esto me va a generar problemas. Aquí meterse con las tradiciones y símbolos nacionales siempre genera problemas.

Pero no tengo más remedio que expresar lo que siento.

 Me encanta la bandera de Uruguay, simple, sencilla, un cielo celeste surcado por algunas nubes blancas, con un sol que brilla por encima de todo. Hermosa, linda de ver en todas partes. Hasta el sol es simpático con su carita y sus rayos. Alguna vez, llevando la bandera en otros países me han preguntado si en realidad el sol es así o yo le había dibujado la cara. Creo que ese es el único símbolo nacional, el que nos une a todos y el que más nos gusta.

En cambio, el himno nacional es una tortura. Su música y su letra son antiguas, reflejo de una realidad que por suerte, ya pasó. Es muy difícil de cantar,  tiene tanta introducción, montones de cortes y repeticiones de melodías, que hacen difícil saber en que parte estamos, ni cuantos “sabremos cumplir” van cantados. Ni que hablar de la letra, algo que repetimos sin saber, pero que no creo que sintamos.
 
“Orientales la patria o la tumba, Libertad o con gloria morir…” no quiero hacer una encuesta hoy para saber cuantos quieren morir por su país. Recuerdo al Cuarteto cantando “el primer oriental desertor”: solo quiero vivir a mis anchas, no me importa que bandera ondee en la plaza Cagancha.

“De este don sacrosanto la gloria…. Merecimos tiranos temblad” – Sacrosanto? No son conceptos para una sociedad laica. Que es lo sagrado? Que es lo santo? Ni que hablar del fraseo cortado. Pregúntenle al uruguayo medio lo que significa esa frase. Sólo nos acordamos del “tiranos temblad”.

“Libertad en la lid clamareeeeeeeemos y muriendo tambieeeen libertad” – Llama la atención que esto haya sido escrito en una época en la que la educación era privilegio de pocos. ¿Cuántos en el siglo XIX comprendieron este mensaje? Si querían que el paisano luchara y dejara el alma por la patria, podrían haberlo dicho exactamente así: peleen y dejen la vida por la patria. Pero…. Que es la lid? Clamar? Por favor, esos términos ya suenan pasados de moda de por si.
 
Pasando a la interpretación, el tono lírico se aleja del público medio, a quién le resulta más fácil cantarlo al ritmo de cumbia, candombe o murga.  La única vez que lo intentaron, resultó interesante. Aquella vez en el Centenario, cuando Fattorusso y unos pocos transgresores lo cantaron en versión murga. Obviamente somos tan conservadores que al día siguiente esa versión sólo le había gustado a los que la interpretaron en el estadio. Pero ese es el camino, probar de modificar esa sempiterna interpretación lírica que nos torturó desde que éramos niños en la escuela. Ya lo hacen los gringos y otros países, por qué nosotros no? Por otra parte, ¿no hay coros y solistas que puedan hacer una grabación más actual? Porque la que se sigue escuchando parece haber sido interpretada en la época de Acuña de Figueroa.

Si nos pensamos que tenemos un himno único, basta con escuchar los vecinos y ver que somos todos víctimas de una época. Son todos iguales, tanto en letra (destacándose la patria por encima de la vida) como en música. El himno uruguayo está “inspirado” en una ópera de Donizetti así como el argentino en una sonata de Clementi. O sea, que ni la música inventamos. El himno de Chile está compuesto por encargo a un español que jamás visito dicho país. En resumen, fuimos países a principios del siglo XIX y se necesitaban himnos para identificarnos. De ahí nacieron varios de los himnos latinoamericanos. Y hoy, los niños sufren al cantarlos. Los adultos ya nos acostumbramos, ¿o aun no?

Nomegusta el popurrí (Parte 1)

Nomegusta el popurrí. (Parte I)
Como no me gusta el popurrí, aquí va un popurrí de nomegustas.

No me gustan los adolescentes que fuman y chupan para parecerse más grandes, con poses agresivas y desafiantes. Me hacen acordar lo que yo hacía en esa época.

No me gustan los reventados que viven al sur de Bulevar y Bulevar. Así cualquiera es reventado… con papi pagando droga primero y rehabilitaciones después.

No me gusta que sigan hablando de Maracaná. El único Maracaná que conocí era el cine de Malvín, cuando íbamos a ver 3 películas los sábados de tarde.

No me gusta Rivera. No me gusta Fructuoso Rivera asesino de indios, ni Bernabé Rivera bien matado por los indios, ni la ciudad de Rivera polvorienta, ni la calle Rivera una de las más difíciles de manejar en Montevideo.

No me gusta que hablen de la “garra charrúa”. Que garra tenían los charrúas? Indios al pedo que se dejaron matar primero por los españoles, luego por los brasileros y por último por sus “compatriotas”. Garra?

No me gusta que los políticos actuales sean conocidos por sus nombres, como los jugadores de fútbol brasileros. Antes uno los conocía por nombres y apellidos. Ahora los conocen como: Pepe, Pedro, QKi, Germán, Ana, Lula, etc. Algunos actúan como los famosos brasileros: hay Elanos, hay Gansos, hay Patos, hay Kakas, etc.

No me gusta que sigan jorobando con los ideales de políticos que vivieron en otros siglos, como el batllismo, el saravismo, el marxismo, el leninismo y varios ismos más. Quien sabe que pensarían estos ilustres pensadores y políticos si vivieran en nuestra era global. Usarían twitter?

No me gustan los pelados que se tapan la pelada pasándose pelo de un lado para el otro de la cabeza.

No me gustan los recuentos de muertos diarios que emiten los desinformativos de los canales y radios. Menos me gustan los periodistas “especializados”: Nano NoFolla, Nazareno Selazampa y George Comeavellanas.


sábado, 18 de junio de 2011

Nomegusta la extinción de la perdiz


Siempre me llamó la atención la perdiz, con ese cuello largo. Es como la jirafa de las aves, se da el gusto de verla a todos de arriba. Muchos de los ciudadanos no conocen el ruido que hace cuando levanta vuelo, en vertical. Parece un helicóptero en miniatura.

Cuando éramos niños, mi perro las empezaba a rondar en círculos concéntricos cada vez más chicos, hasta que la perdiz levantaba vuelo. Ese es el momento del cazador, con nuestra honda preparada, usábamos al pobre animal como blanco.

También de niños, mi abuela nos acompañaba en largas caminatas a campo traviesa. Hacía permanente referencia a su niñez y juventud de los campos de Canelones, y usaba esto para demostrar su conocimiento de las cosas camperas, conocedora del hinojo, la carqueja, el lino, y demás hierbas exóticas.

De todas maneras nunca se acostumbró a las emboscadas perdiceras, ya que cada vez que pasaba cerca de uno de estos animalitos y este levantaba vuelo, el susto que se pegaba, hacía que terminara de traste en el piso, para delicia de los que la acompañábamos.

Pero baste de historias infantiles, hoy la realidad es otra y muy cruda. La perdiz se está extinguiendo.

El motivo de este artículo es analizar las posibles causas que hacen que este animalito sea cada vez menos frecuente en nuestras praderas. Sin dudas que las causas pueden ser miles, pero hoy vamos a apuntar algunas de ellas.

 
Causa 1: aumento de felicidad en las parejas nacionales. Muchos son felices y comen perdices, por lo que la demanda de carne de perdiz hace que el aumento de la faena de perdices no sea compensado por la velocidad reproductiva de estas aves.

 
Causa 2: aumento de consumo de whisky. Sin dudas, el aumento de consumo per cápita de whisky, en particular de la marca “La Perdiz”, está provocando su extinción. Por algún mecanismo industrial aun no conocido por el público, los fabricantes de dicho whisky utilizan al animal vivo para destilar la bebida. Los camiones que distribuyen esta bebida en el interior, en su regreso van cargados de perdices que luego se exportan a Escocia para la fabricación de esta bebida. Al menos, estamos manejando una exportación no tradicional, como los caracoles, sapos y demás propuestas que a finales del siglo pasado.

 
Causa 3: Ni que hablar que el éxito del restaurante que lleva su nombre, en las cercanías del Shopping Pta Carretas, haga que la faena aumente. La carne servida en dicho restaurante, si bien está presentada como pollo, pescado, cerdo o vaca, en realidad es toda de perdiz, maquillada por diferentes procesos de cocción para que parezca de la variedad escogida por el cliente.

 
Causa 4: Selección natural. Esta es sin dudas una de las principales causas. Luego de recorrer miles de kilómetros en nuestras vueltas al país, hemos descubierto que el género “perdiceae” se divide en 2 especies: “perdicieae inteligentis” y “perdicieae estupidus”. La diferencia entre ambas es sutil y radica exclusivamente en el comportamiento. La especie “inteligentis” se agacha cada vez que un auto la pasa por arriba en la carretera a más de 100km/h, siguiendo luego muy oronda. Mientras que la especie “estúpidus” queda mirando extasiada el bólido, para convertirse al instante en una masa amorfa de plumas y carne.

 
Evidentemente, estamos ante la extinción de la especie “estupidus” la más abundante de ambas como como en el género de los hombres. “Homo sapiens estupidus” entre los que destaco a quienes se dedican a la caza y pesca de animales por deporte.