Esta entrada en el blog es exclusivamente para comparar dos sistemas de prevención en las playas, y ver cuál debiera aplicarse en Uruguay, o al menos, intentar copiar alguna buena idea.
Vamos a comparar los guardavidas de Uruguay contra los de Brasil.
Quienes hayan tenido la suerte de ir a una playa de Brasil, desde Hermenegildo (la más al sur, llena de gente de Treinta y Tres) hasta las de la desembocadura del Amazonas, habrá podido observar algunas características interesantes:
1 – los guardavidas son militares (da prefeitura).
2 – los guardavidas están en grupos de a 3 o 4, y trabajan 6 horas.
3 – las casetas de los guardavidas están a pocos metros de la orilla
4 – el camino desde la caseta a la orilla está libre de personas y objetos.
5 – los guardavidas realizan entrenamiento diario.
Pasemos ahora a comparar con la situación en nuestro país.
1 – Los guardavidas son contratados por cada Intendencia Municipal, con variedad de ofertas, condiciones laborales y salarios. Por lo tanto, cubren diferentes horarios, y diferentes épocas del año. Asimismo, en cada temporada, antes del inicio, hay un conflicto entre los salvavidas agremiados y la intendencia de turno. Ya sea por los uniformes, ya sea por el sueldo o las condiciones laborales, siempre hay un conflicto.
Además, cada año los guardavidas deben ser seleccionados de entre varios candidatos.
Pregunto: ¿no sería posible enrolar a un staff de guardavidas en la marina? ¿Podríamos acaso, recuperar al clásico e inútil marinerito de blanco, que durante todo el verano recorre en forma aleatoria las orillas de las playas, sin servir para absolutamente nada?
Quizás con esto, logremos un formalismo y profesionalismo mayor entre quienes están para proteger a los bañistas.
2 – Los guardavidas en Uruguay, como mucho, están de a 2, y entre ellos cubren un turno de 12 horas. Esto provoca que se turnen, que a la mañana temprano siempre haya uno solo y el otro duerma más, o que a mediodía, cada uno se tome un rato para almuerzo o siesta, dejando siempre a uno solo.
No es culpa de ellos, es que 12 horas en la playa, de corrido, todos los días, no se las banca nadie.
Quizás convenga poner más gente, menos horas, y de esa manera, hacer más humano el trabajo. Como en Brasil…
3- Por favor, que alguien me explique por que, si un guardavidas debe mirar el agua, la caseta está a 50 metros de la orilla, o más… No es necesario que esté en la rompiente, pero lo lógico es que esté casi al lado… Vean sino las casetas de Carrasco, o Lagomar…
Otra vez más, algo para aprender de Brasil… donde las casetas hasta son de hormigón armado para que no las mueva ningún temporal.
4 – Asumamos que el único guardavida que está de turno en Playa Verde mientras el otro almuerza, logra detectar a una persona en apuros, desde su otero a 100 metros de la orilla y a 150 metros de quien se está ahogando (50 metros mar adentro). Ahora comienza su primer desafío: llegar a la orilla rápido. Por suerte, hace unos años, algunas casetas cuentan con una rampa… pero esto no es suficiente. El pobre heroe debe comenzar a eludir a niños haciendo castillos, cabecear una pelota en medio de un cabecita, saltar sobre la ninfa bronceándose, eludir a la gorda que saca refuerzos de una conservadora para y llama a gritos a los niños para que dejen el castillo y vengan a comer… y encima, eludir a otro montón de curiosos que bloquean el acceso a la orilla mientras miran al que se ahoga.
Si logra eludir todos estos obstáculos, capaz que llega a tiempo a sacar al que se ahoga.
Obviamente, que autoridad tiene el guardavidas para exigir que nadie se siente en su camino hasta la orilla? Ninguna, porque no es militar. Ah, quizás el marinerito inútil pueda hacer algo. Pero lamentablemente arrancó a caminar a las 10 am en Pocitos, y a Playa Verde no llega antes de las 16hs.
5 – Y por último y no menos importante: quién asegura que el guardavida sepa nadar? Quién asegura que este buen cristiano está en forma después de las fiestas?
Nadie, porque no hay exigencias, ni controles intermedios durante la temporada. Una vez que el candidato aprobó el examen que lo habilita como guardavida, tiene ese derecho hasta el fin de la temporada.
Conozco un par de ellos que nadan todos los días, 1500 metros. Esos están en forma.
Otros que conozco, se dedican a tomar mate y fumar porros debajo de la cabina, mientras esperan que pase el verano.
Bueno, paro de escribir por aquí, porque en un minuto, empieza Baywatch!
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