lunes, 4 de junio de 2012

Señora, señor, ¿sabe a quién vota cuando pone la lista en la urna?
No preguntamos ¿por qué vota a X?. El motivo del voto puede ser muy variado: porque me gusta el candidato, porque me gusta la idea, porque es el que menos me disgusta, o porque si nomás.
Pero muchas veces no nos ponemos a pensar a quién estamos votando.

Es claro en la elección a Presidente, o Intendente, ya que votamos solo a una persona. 
Pero, ¿pasa lo mismo en las listas al parlamento?
El señor que votó al primer candidato de una lista muy votada, ¿sabe que su voto puede estar yéndole al quinto de la misma lista, alguien a quién no conoce tanto o a quién en verdad desprecia?
El señor que votó a un candidato que hoy estaba en el partido X, y que en medio de la legislatura se pasó al partido Y, ¿está de acuerdo con ese pasaje o preferiría que su voto se quede en el partido X?
Esto ha pasado en numerosas oportunidades, como por ejemplo, la gran votación del Pepe en el 2004, que lo llevó como lista más votada al parlamento. Los que votaron, ¿votaron al Pepe, o al resto de la planilla? Siguiendo en el mismo sector, los que con su voto pusieron a Saravia en el senado, ¿están de acuerdo con que se haya ido y su voto esté hoy con otro partido?
El votar al primer candidato de la lista es una de las cosas más normales, ya que es la figura cabeza de serie en todos los partidos, listas o agrupaciones. Es el "visible", el "nombre fuerte". Ahí van ex presidentes, candidatos históricos o candidatos más nuevos con mucho marketing.
Atrás vienen otros candidatos no tan conocidos o con menos reputación o influencia. No en vano, las listas suelen confeccionarse en base a los resultados de los mecanismos electorales internos de los partidos. Sin embargo, al votar al primer candidato, no solo estamos votando al resto de la plancha, sino que a veces, estamos votando a otros candidatos de otras listas, por las llamadas "alianzas electorales", nunca muy publicitadas.

Vaya una pequeña idea para el alícaído sistema político uruguayo.

Para que realmente el ciudadano sepa dónde va su voto, propongo que los electores puedan elegir sólo a un senador y un diputado que los represente. Si yo quiero que me represente X, lo voto sólo a él, y no una lista. De esa forma, los candidatos mejores o más queridos por la gente, tendrán más votos y los que no los conoce nadie, no recibirán ninguno.
Luego se divide el total de votos obtenidos por el candidato X, entre los necesarios para llegar a  1 lugar en la cámara correspondiente. Si obtiene, por ejemplo 3,8 lugares, en ese período, el voto del legislador en la cámara, valdrá por 3,8 votos.
Los beneficios de este sistema son múltiples. El elector sabe a quién vota, el candidato más votado tiene más votos en la legislatura, y la gente puede reclamarle directamente a su legislador. Además, habría menos traseros inútiles ocupando bancas y se ahorrarían varios sueldos en el poder legislativo.
Las contras: quizás algunos puristas tengan miedo por la concentración de poder en algunas figuras, pero eso no tiene nada de malo si la gente decidió otorgarle ese poder.
Obviamente, esta reforma debería ser votada por los que luego perderán su trabajo, por lo que sabemos que nunca será aprobada, y seguiremos votando, no sólo obligados, sino que además, sin saber a quién estamos votando en el parlamento o junta departamental.



1 comentario:

  1. No está todo perdido S.U.R., tenemos que escribir una ley de iniciativa popular y conseguir 300.000 firmas, como hizo Pedro y sus amigos (aunque para un fin no tan patético y politiquero), y presentamos la ley que modifica el sistema de asignación de bancas y listo. Aunque nunca pensaste que el sistema actual de listas es un intento de asignar N votos al mismo cabeza de lista? Lo malo es que las listas no se hacen con ningún criterio lógico, más bien con tal de ganar vale "abrazarse a cualquier culebra" lo malo es que a veces las serpientes pasan por culebras, muerden y se pierde algún miembro... digo, voto... Yo para cambiar en serio preferiría volver a la raíz... en la antigua Grecia los legisladores eran elegidos al azar entre los ciudadanos (claro que este era un grupo muy selecto pero bueno). Hay una propuesta seria de un grupo de investigadores italianos que aplicando el "Principio de Peters" y un modelo matemático para el rendimiendo de un parlamento proponen que además de legisladores electos haya legisladores sorteados. Según estos los parlamentos así conformados pasarían más leyes y estas serían en promedio más beneficiosas para el pueblo y menos para mantener el statu-quo al máximo posible para que el partido gobernante mantenga el poder... Más detalles en: http://arxiv.org/abs/1103.1224v2 (hay que poner Download PDF arriba a la derecha para leer el artículo completo)

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