viernes, 8 de julio de 2011

Nomegusta Rocha

Nomegusta Rocha.  

Llega el 2 de enero y cada vez más, las hordas llegan desde todas partes del mundo, a las costas de Rocha. La Paloma, La Pedrera, Valizas, Cabo Polonio… todos estos balnearios están preparados para recibir a los entusiastas veraneantes… o no?

Seguramente el 2 de enero, el 3, el 4 y aun más, el rochano estará aun terminando el local donde piensa atender a la horda humana, sedienta y hambrienta. El rochano estará trabajando aún a su ritmo cansino, armando un tinglado con algunas ramas y maderas, parando a mediodía a descansar durante un par de horas, y mientras tanto, la masa junta hambre y bronca.

¿Por qué no es posible que esas construcciones estén prontas desde antes de navidad?  ¿Cuál es el camino de razonamiento de estas personas? ¿Acaso no saben que la temporada estival en Uruguay es desde el 01 al 15 de enero y que luego queda charamusca, excepto los fines de semana, carnaval y alguna otra ocasión especial? ¿Por qué perder días preciosos para hacer plata?
 
A una tortafritera se le agotaron las torta fritas a las 5 de la tarde… ¿no será posible hacer más para el día siguiente, en lugar de parar e ir a la playa y sentarse a tomar mate? Queda un año por delante para sentarse a descansar!

La mentalidad sigue siendo la misma desde hace años, pero la demanda sube. Esa mentalidad es la que se queja luego de que las temporadas son malas, o cortas. Pues bien, si son cortas, aprovéchenlas!

Así es como dan las ventajas para que aparezcan las cadenas de supermercados, y demás servicios que no son locales. Servicios que son brindados por gente que ve una oportunidad de negocio y lo aprovecha desde antes del primer día.
 
Obviamente, luego surge la siguiente pregunta: ¿Por qué la gente sigue yendo a Rocha, si no hay nada, hay que hacer cola para todo, está todo lleno y la playa parece 18 y Ejido a mediodía?

Evidentemente, la mayoría de los jóvenes y los que se creen jóvenes desean estar y encontrarse con sus pares.  Desean sentirse más multilocos que el resto al hacer las cosas más extremas y radicales delante de ellos. Desean asociarse, juntarse, quejarse de que no hay privacidad mientras aprovechan para chusmear a todos. Desean ir a la playa a mirar y ser vistos. Quieren eso… y en Rocha lo tienen, porque todos están ahí.

Yo la verdad, prefiero la tranquilidad de algunas de las pocas playas solitarias que aun quedan, donde no tengo ni para tomar una cerveza (igual que en Rocha), pero estoy casi solo, con el mar y el cielo mientras corro alguna ola.



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