domingo, 11 de septiembre de 2011

EXPERIENCIAS INCREÍBLES EN LA RENOVACIÓN DEL PASAPORTE

Otra de las experiencias increíbles ha sido la de sacar / renovar el pasaporte.

Vamos por partes y destaquemos lo bueno:
1 – ya no hay que hacer más las interminables colas en la calle Guadalupe para obtener el certificado de buena conducta.
2 – la información publicada en la pagina web del ministerio del interior está actualizada y funciona.
3 – las personas que atienden son simpáticas
4 – el trámite es relativamente rápido a pesar de ser el Estado
5 – los horarios de atención se cumplen bastante bien.

Ahora vamos a las experiencias increíbles:
En el momento de pedir hora para mi pasaporte, también quiero pedir hora para mi señora. Si bien tengo su pasaporte, fotocopia de su cédula y su credencial, preciso la CEDULA ORIGINAL para PEDIR HORA!!! ¿Y sin embargo puedo pedir hora por Internet? No es comprensible.
Entiendo que se necesite la cédula original en el momento del trámite, pero ¿para pedir hora? Pordióoooo.

Otro elemento increíble surgió cuando me iban a entregar el pasaporte. Me llama la funcionaria y me indica que mi cedula de identidad está “blanda”… si… BLANDA! Como no quiere que esté blanda si la tengo hace 7 años en la billetera en el bolsillo trasero de mi pantalón!
Pero esto no termina aquí: no me puede dar el pasaporte a menos que PIDA HORA PARA RENOVAR LA CEDULA. Luego de una evaluación inmediata, camino una cuadra por Bartolomé Mitre, y llego a Rincón, donde pido hora para la CI.
Retorno a la oficina del pasaporte y con el comprobante de pago de la nueva cédula, me entregan el pasaporte.

Si es una maniobra recaudatoria, evidentemente funciona.
Si lo que persiguen es que realmente saque una CI nueva, NO.
Me fui con mi pasaporte, y la hora para una nueva cédula a mi casa!! O sea que el pasaporte me costó 278$ más caro.

Pero la cosa no termina ahí: quise investigar cómo funciona el tema de la CI. Y al día siguiente fui a sacar la cédula nueva.
El trámite fue sumamente expeditivo, y en 15 minutos estaba afuera. Recuerdo las interminables esperas de antes y realmente es fantástico.
Como es fantástico tener en mi billetera 2 cédulas vigentes: la nueva, y la “blanda”, la que nunca me pidieron y fue la razón de la renovación.
Asombroso!

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