viernes, 3 de junio de 2011

Nomegusta la Corte Electoral ni la Credencial Cívica


Que increíble despilfarro es la corte electoral! No me gusta pensar en la plata que se nos va, alimentando a un montón de burócratas de la más pura cepa.

Partamos del inicio: inscribir a un ciudadano para que pueda votar. Es razonable que existan limitaciones para que las personas voten: edad mayor a 18 años, ser ciudadanos uruguayos, etc.
Estas limitaciones no justifican la emisión de un documento: la credencial cívica. Basta con utilizar la cédula de identidad como documento único. Y en base a esa cédula de identidad, determinar si la misma está habilitadas o no para votar. Basta con colocar esa información en una base de datos, que pueda ser consultable en cualquier momento, por cualquier persona. Con eso se ahorrarían quilos de papeles, fotos, impresiones, plastificados, y sobre todo: colas de gente sacando, renovando o trasladando sus credenciales. Bastaría con ese documento único: la cédula de identidad.

Pero no nos quedemos ahí y pensemos en grande. Ayudemos a la corte electoral (en minúsculas, porque minúsculas son sus mentes) a dar el siguiente paso: eliminar los planes circuitales y el padrón electoral.
  
Si yo voy a votar con mi cédula, que es única y mía, alcanzaría con que los integrantes de la comisión receptora de votos, tengan la lista de cédulas habilitadas y puedan determinar si puedo o no votar.
Pero imaginemos algo un poquito más sofisticado: en lugar de libros, librillos y actas (típicas del siglo XIX), una de esas herramientas endemoniadas nacidas en el siglo XX… una computadora! Nada raro, un Pentium 100 de 1995 alcanzaría y sobraría para la función.
El P100 estaría on line, conectado a una base de datos central y el secretario de la mesa receptora digitaría el número de mi cedula indicando que voy a votar. El sistema verificaría que esa cédula está habilitada, y que ya no ha votado en ningún otro lugar. Luego que el sistema vuelque el OK, me permiten tomar el sobre e ingresar al cuarto oscuro.

Luego de votar, un siguiente paso confirmaría mi voto y eso inhabilitaría que lo hiciera nuevamente en cualquier otro momento y en cualquier otro circuito del país o del mundo, si pensamos en el voto epistolar.
Asimismo, serviría como constancia de voto!!, y podría ser consultada a través de Internet, sin tener la necesidad de andar con mi credencial cada vez que tengo que demostrar el voto.

Otra gran ventaja es que con ese sistema, podría ir a votar en cualquier momento y a cualquier circuito… al que me quede más cerca de casa, sin tener que pensar en trasladarme. Quedarían atrás los éxodos de la gente del interior que sacó la credencial antes de venirse a trabajar / estudiar a la capital. El único factor por el que iría a un circuito determinado sería: voto en aquel que tenga menos cola!!

Y por último, otra ventaja colateral: se elimina el voto observado!!!!!

Algunos puristas me dirán que para elecciones departamentales, la gente tiene que votar en tal departamento (ejemplo: intendencias) o que los diputados son departamentales. Notable. Que vote la gente que realmente está en ese departamento el día de las elecciones. Si yo soy de Rivera, pero vivo aquí, el día de las elecciones voy a votar aquí, por lo que me interesa aquí que es donde vivo. Si no fuera de esta manera, me tendría que ir a votar a Rivera, por alguien a quién no conozco, ni se lo que va a hacer, ni me va a influir lo que haga, ya que yo sigo viviendo aquí. Por lo tanto, los aspectos geográficos son meramente anecdóticos.

Podemos seguir imaginando mejores y más rápidas elecciones… por ejemplo: eliminar las listas y votar on line en el cuarto secreto. Eso sería una especie de apoteosis para las escuetas mentes que regulan los actos electorales de nuestro país. Asimismo, dejaría varias personas sin trabajo: las imprentas que hacen listas, las papelerías que hacen sobres, los militantes propios o contratados que reparten listas día y noche desde 2 meses antes de las elecciones, etc.
Pero además eliminaría el trabajo de cientos de burócratas que tienen que contar, recontar y recontra contar los votos emitidos, verificar si las listas están en buenas condiciones, anular votos, etc. La palabra “escrutinio” estaría a punto de desaparecer de nuestros léxicos.
Evidentemente, esta sería la solución última y provocaría el suicidio en masa de los burócratas por excelencia.

1 comentario:

  1. "en minúsculas, porque minúsculas son sus mentes" Notable! Antes que nada, felicitaciones por su blog, compañero, no sabia que escribía y me encanta descubrirlo.. Ya tenemos otra cosa más en común :) Agrego a tu análisis la ridiculez total de que un documento tan importante como la credencial (digo importante porque te lo piden muy seguido, y lo tenes que mantener toda la vida, no porque crea que es necesario) sea emitido en un papelito de mierda doblado en 4 que a los tres días ya esta todo rajado en los dobleces... Anacrónico!!! Peor aun que para algunas cosas te pidan JURA DE LA BANDERA!!! Por favor! Ahora, con el tema de los padrones de voto creo que te esta olvidando de un detalle no menor: si cualquiera puede votar en cualquier lado, entonces los resultados de las elecciones a nivel local se pueden manipular fácilmente. Si todos mis amigos pueden venir a votar al distrito por el cual me yo postulo, tengo muchas mas chances de ganar... A menos que me conozcan demasiado bien ;)

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