sábado, 11 de junio de 2011

NOMEGUSTA LA GUERRA DE LAS PATENTES


¿Cuál es la causa de la “guerra de las patentes”?
Los precios varían de departamento en departamento, haciendo que los ciudadanos que tienen chance de tener un vehículo, decidan empadronarlo en el más barato. Históricamente fue Flores, y hace un tiempo lo desbancó Colonia. Hay más autos “de Colonia” que habitantes tiene su departamento.


El principal beneficio es para la Intendencia correspondiente, que ve como sus arcas se llenan de dinero de otros pagos. Este dinero engrosa lo recaudado “legítimamente” por la Intendencia: contribuciones, tributos, patentes oriundas del departamento, etc. Por lo tanto, el ciudadano medio podría pensar que ante un aumento de los ingresos, la comuna podría reducir la presión tributaria a la que somete a sus contribuyentes.

Evidentemente nada de esto ocurre. El ciudadano sigue pagando los mismos precios que pagaba antes de tener patentes baratas. Esto lleva a la siguiente pregunta, ¿para qué se usa el dinero entonces? El menos mal pensado puede pensar libremente y preguntarse si no será para seguir pagando sueldos a gente que ingresa a la intendencia.  De esa forma el intendente de turno puede pagar su cuota política, y así devolverle algo a los pequeños caudillos, que lo ayudaron a tener el máximo cargo departamental.

Señora, señor, su dinero sirve para pagar sueldos a personas que ayudaron a otro ciudadano a tener su cargo de intendente.

¿Cómo se elimina la “guerra de las patentes”?
La patente debiera tener un precio único nacional. En todos lados se pagaría lo mismo.
La patente debiera estar incluida en el precio del combustible. Por lo tanto, quién más usa el vehículo, más paga, ya que mas usa y abusa de los servicios que le brindan las intendencias (caminería, semáforos, señalización, etc.).
Aprovechemos las ventajas que brinda el monopolio de Ancap, y tengamos información fehaciente del consumo anual de combustibles. En base a ese consumo, y a un padrón nacional de vehículos, se le vuelcan a cada Intendencia un monto de acuerdo a su porcentaje de matrículas.

Alguno podría pensar que esto seguiría siendo una guerra, ya que cada intendencia, para tener más matrículas, podría incurrir en “otros beneficios” para tentar a los clientes, tal cual el mercado.
Por lo tanto, para hacerlo un poco más justo, todo lo recaudado pasaría a distribuirse de acuerdo al número de habitantes de cada departamento. De esa forma, se asegura que el monto per cápita percibido por cada intendencia, sería el mismo.

Así, las patentes pasarían a ser algo anecdótico. Evidentemente, para llegar a esto, el gobierno central tiene que ponerse firme, o quizás, si está en la Constitución, alguien podría modificarla. En esta época de recolección de firmas por cualquier cosa, algún político por estar bien con su conciencia, podría empezar a juntarlas para un plebiscito. Evidentemente, quien lo haga, sabe que hasta ahí llegó su carrera política, ya que no lo va a apoyar nadie, ya que están todos muy atornillados. 

1 comentario:

  1. Hola. Comparto este post sobre el tema. Saludos.

    http://el-pareja.blogspot.com/2011/06/44-el-fin-de-la-guerra-de-las-patentes.html

    ResponderEliminar